La verdadera precisión del concepto de anarquía: la creación constante desde una desubicación

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Derribar desde una verdadera deconstrucción no es situarse desde un punto contrario. No hay ciclos ni nuevos paradigmas de los que partir. Sólo hay que despojarse de cualquier armazón que anquilose y perpetúe la sin razón unilateral y odiosa dicotomía raíz de todo totalitarismo.

Partimos de la base de un constructo de identidad generado desde un soporte social y una personalidad que determina el tipo de retroalimentación que se establece entre el individuo y su relación social y de esto emana toda conducta particular como agente activo que se instala marcando la dinámica de cualquier tipo de sociedad.

Desde aquí queda justificado el gestionamiento de una anarquía sin etiquetas como tanto gusta coser ahora perdiendo tiempo y fuerza y capacidad de generar una visión desde donde construir personas, una visión despojada de los efectos perniciosos y patógenos que se generan y configuran en todo tipo de sociedad.

El problema de estas divisiones se produce por la visión superficial entre sociedades individualistas y sociedades colectivistas. Es necesario mostrar y concienciar desde la revisión analítica y fenomenológica del lenguaje. Distinguir sus trampas como el sesgo dicotómico que nos conduce a perspectivas extremas y que queremos sintetizar. La autogestión anarquista parte de lo que ya venimos reiterando: la personalidad se identifica y se sostiene con la programación cultural donde queda expresada: el grupo social.

La base teórica del Anarquismo cohabita en esta conciencia analítica desde el lenguaje que como diría Wittgenstein hay que saber bien el uso que le damos a las palabras y su verdadera interpretación porque las palabras son acciones. Porque las palabras son nuestro depósito. Para despojarse de los borradores prenatales en los que nutrimos nuestra primera personalidad alienada desde un contexto sociocultural enmarcado como única retroalimentación que agota todo juicio o proyecto crítico anarquista.

Tanto a nivel individual como colectivo sabemos que surgen los egocentrismo, los etnocentrismos, estereotipos y prejuicios, pasividades políticas o movimientos sociales exharcebados.

La educación necesita, la calle necesita, el entorno más íntimo necesita una total revolución y un cambio de programas versados en contenidos sobre la detección de polarizaciones, de prejuicios y creación de estereotipos discriminantes creados por el uso acrítico de nuestra platica.

ES la Palabra, tanto Oral como Escrita, el patrón por el que empezamos a modelar y configurar la estructura interna y personal de identidad. De cómo se desarrolle con la apertura irrestricta implícita en el concepto y todo lo engloba holísticamente vacuna necesaria para este verdadero virus.

MARA FERNAN ¡Haz clic para puntuar esta entrada! (Votos: 0 Promedio: 0)