La Vuelta a España, interrumpida por una masiva protesta contra el genocidio en Gaza

<https://www.anred.org/wp-content/up...>

Lo que debía ser una jornada deportiva se transformó en una poderosa manifestación contra el genocidio en Palestina. Miles de personas se movilizaron en las calles de Bilbao, en Euskal Herria para denunciar lo que está sucediendo en Gaza y exigir la exclusión del equipo israelí Israel-Premier Tech (IPT) de la competencia. La protesta, nutrida y profundamente simbólica, terminó por interrumpir la etapa undécima de la Vuelta a España, que fue finalmente suspendida por razones de seguridad. La protesta popular logró visibilizar, ante el mundo, la violencia en Gaza y la complicidad de los actores que la financian o legitiman. Por ANRed.

Una ciudad movilizada por Palestina

Desde que inició la ofensiva israelí que derivó en genocidio, inmediatamente Euskal Herria se mostró solidario con el pueblo palestino. Con la llegada del evento deportivo colectivos sociales, asociaciones de derechos humanos y vecinos de Bilbao se congregaron en puntos estratégicos del recorrido con banderas palestinas, carteles con consignas como “No al genocidio” y cánticos que exigían justicia para el pueblo palestino. La convocatoria fue creciendo a lo largo del día, hasta convertirse en una multitud que tomó las principales arterias de la ciudad, incluyendo la Gran Vía, a escasos tres kilómetros de la meta.

El epicentro de la protesta coincidió con el paso del pelotón ciclista, lo que obligó a la organización a detener la carrera por motivos de seguridad y anular el resultado oficial de la etapa. “No podemos permitir que se normalice la presencia de un equipo que representa a un Estado que comete crímenes de guerra”, expresó una de las manifestantes a medios locales.

Durante el desarrollo de la jornada, los manifestantes bloquearon el paso del pelotón en varios tramos, especialmente en el Alto de Enekuri y luego en el ingreso a Bilbao. Algunos rompieron las vallas de contención y se enfrentaron verbalmente con el personal de seguridad. La Ertzaintza intervino con un fuerte operativo que dejó al menos tres detenidos y cuatro agentes heridos.

«Ante una situación que se volvió incontrolable”, según palabras del director técnico de la Vuelta, la organización tomó la decisión inédita de suspender la etapa sin declarar un ganador, y registrar los tiempos a 3 kilómetros de la meta, antes de la irrupción masiva.

Más allá de la interrupción del evento, la jornada dejó una marca indeleble: la protesta popular logró visibilizar, ante el mundo, la violencia en Gaza y la complicidad de los actores que la financian o legitiman. El protagonismo ciudadano de Bilbao transformó una competencia ciclista en una plataforma de denuncia internacional.

Desde diversos sectores del pelotón y del periodismo deportivo, se abrió el debate sobre la participación del equipo Israel-Premier Tech. Aunque la organización no pidió formalmente su retiro, sí sugirió que su presencia representa un riesgo operativo para la continuidad de la carrera.

La etapa 11 pasará a la historia, no por sus kilómetros recorridos, sino por haber sido tomada por el clamor de un pueblo que eligió no callar ante el sufrimiento de Palestina. Para decirlo brevemente, con palabras tomadas de una pancarta levantada frente al podio vacío: “Sin justicia no hay deporte”.