Arte para la vida: Encuentro (Rebel y Revel) Arte

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No sé si lo han notado, pero lo mío, lo mío, es contar historias. Para ser sincera, no sé qué tipo de escritora soy, lo que sí se, es que donde me encontré y gozo siempre, es cuando cuento historias. El día de hoy, les contaré una historia de dos personas. Ellxs fueron al Encuentro (Rebel y Revel) Arte, Rebeldía y Resistencia convocado por los zapatistas de Chiapas. Ambos, son grabadores y originarios del pueblo coca de Mezcala, Jalisco. Su nombre es Chinto y Chudy, él tiene 18 años y la edad de ella no sé dice, pero yo le calculo que 40 + 12 – 8 dividido en 4 = a mejor dejémoslo así con la edad de la Chudy. Bueno, pues creo que hay mucho barullo, pues estos dos artistas, fueron al rincón más digno de México y ahí, Chinto y Chudy, que en realidad no se llaman así, pues Chinto es Rodolfo y Chudy es Asunción, se encontraron en el territorio zapatista con otros artistas, y ellos mismos. Además, también fueron a RevelArte que la lucha de Mezcala sigue.

A Chinto lo conozco desde que era un bebé. Su mamá es Mari, una de mis camaradas. Mari es madre de 6 hijos y junto a sus padres, ha sostenido dignamente su familia. Mari y Chinto, son de la tierra y el agua, son pescadores y también trabajan la tierra para cultivar la milpa y chayote. Chinto es quien es por su mamá. Mari es una mujer solidaria, cariñosa, peligrosa cuando es necesario y bien entrona en la organización comunitaria, y bueno, les digo todo eso, para que así sepan cómo es el Chinto. Claro que el Chinto tiene sus propios encantos, y uno de ellos, es su arte y su palabra. Cuando Chinto era pequeño, era muy tímido, casi no hablaba. En algunas ocasiones que le llegue a preguntar algo y no respondía, sabía que tenía que ver sus ojos para comprender lo que quería decir. Ahora, desde que se encontró en el Arte, no para de hablar sobre la forma en que observa y habita el mundo y entonces, ya no solo sus ojos hablan, sino también sus manos y claro, su corazón.

A Chudy la conozco desde que yo era niña, pues es mi prima carnala. Su cumpleaños es el 15 de agosto, y recuerdo como en ese día, su papá, que era mi tío, hermano de mi mamá, le cantaba las mañanitas muy temprano, pues mi tío Sebastián fue músico, tocaba el acordeón. En la comunidad hay muchos músicos, hasta tienen un día de fiesta también, así que rápidamente mi tío encontró a otros camaradas músicos del pueblo para formar un grupo norteño que algunas veces tocaban en fiestas, o en las plazas, fondas o donde fueran llamados. Entonces, los cumpleaños de Chudy me gustaban, porque había buena música y comida riquísima que cocinaba su mamá, mi tía Lupe. Chudy siempre fue artista, todos en la familia lo sabíamos, siempre era bien hecha, y la gente en el barrio le pedía que escribiera, dibujara, acomodara e hiciera los adornos en las fiestas principales. Chudy es madre y padre de 8 hijos, y verdaderamente que nunca a dejado de esforzarse para llevar la vida de ella y sus hijos. Muchas veces la he visto cansada, pero son mucho más las veces que la he visto levantarse y salir siempre a lo que sigue. Les cuento todo esto, porque quiero que sientan un poquito del trabajo y esfuerzo que hacen para sostener la vida suya y de los suyos.

Entonces, ChinChun, perdón, Chinto y Chudy ya cargaban con el arte en sus vidas, ahí estuvo siempre, en el Lago, en la milpa, en los brazos fuertes de los abuelos, en las fiestas, en la música, en la comida, en la mirada, en el coraje y valentía, en el duro trabajo y la también -a veces- dura vida. Pero en 2021, llegaron unos maestros grabadores que solo pidieron una sombra y unas cuantas mesas para comenzar. Y ahí, fue donde se encontraron con el grabado. <https://desinformemonos.org/wp-cont...>

Desde ese tiempo, dedican un día a la semana para reunirse, pero el tiempo que ocupan en su arte va más allá de esta cita semanal. El arte esta siempre. Ahora, se les ve por ahí en las fiestas con una libreta, dibujando imágenes que después las convierten en grabados, o simplemente contemplando los hermosos atardeceres a la orilla de la Laguna. Les puedo asegurar que ven de manera distinta su territorio, historia y cultura ancestral, porque de eso hablan en sus grabados. <https://desinformemonos.org/wp-cont...>

Chinto y Chudy no son los únicos que le están entrando en este espacio, son alrededor de 14 niños y niñas que forman parte del Taller de grafica La Chayotera. También veo que a todos los que conocen, les ponen a grabar, porque siempre nos dicen, que no ocupas ser un dibujante bueno ¡todxs podemos grabar! En la imagen siguiente, podemos ver el grabado colectivo que realizó el taller La Chayotera y que mostró en CIDECI. Chudy los presentó, y Chinto comenzó a explicar la lucha del pueblo coca de Mezcala y aunque denunció la grave contaminación ambiental que hay en el Lago de Chapala y el territorio, y que existen invasiones y también mucha violencia en la región, también recalcó que aún hay muchas cosas buenas y bellas, por ejemplo, que aún hay esperanza, y saben qué, yo sí le creí a la palabra del Chinto. Hace algunos meses les comenté personalmente a Chinto y Chudy que los veía distintos, para bien, y bueno, quería preguntarles que sí ellos se sentían distintos, pero no les quise preguntar porque es muy obvio para mí.

También quiero contarles que Chinto y Chudy ya tienen tres años con la Universidad Comunitaria Mexcala funcionando. Todo el taller, nos ha enseñado con el ejemplo, que nuestras escuelas nunca cierran y que van más allá de un aula. Chinto y Chudy son estudiantes y profes de este espacio que surgió del sueño común.

La verdad es que ya se me hacía lejos para que ellxs (ChinChun) fueran con los zapatistas y los tantos artistas que fueron convocados a ese Encuentro, pues imaginen que enviamos a dos soñadores que -aunque con tiempo- hacen y viven lo que sueñan, y ya saben que los zapatistas siempre nos dicen y nos dicen, que hay que imaginar y construir los otros mundos que tanto necesitamos. Ya les contaré que surge de ese encuentro, porque lo que sé es que los despidieron con una muy buena pregunta: ¿Qué vas a hacer cuando salgas de aquí?

Pues ya casi acabo esta historia, me cuesta trabajo terminar porque en realidad es una historia que acaba de comenzar, pero creo que podemos decir que además de que Chinto y Chudy vivieron felices con el arte para la eternidad, este encuentro, ha sido “un grito contra el arte domesticado por el capital, ese que adorna vitrinas, pero no incomoda al poder”

Subcomandante Insurgente Moisés

Nota final: Arte para la vida